Quiero que seas mio Capitulo 3 [BOYFRIEND]

Capitulo 3: La curiosidad mató a Hyun Seung




            Ahí estaba él, al final del pasillo blanco. Aquel que le ponía el mundo de cabeza, el más lindo y ahora mismo el más despiadado. -Eres un completo idiota al pensar que tú me ibas a gustar, JA, con mi amado Dong a mi lado tengo todo lo que quiero, no veo el porqué necesitaría de una persona tan insignificante como tú, ni siquiera me haces falta, me das LASTIMA, entiéndelo.-

Se reía, su condenada y eterna carcajada que se escuchaba hasta el fondo del sombrío y tenebroso lugar en el que se encontraban ahora mismo, era lo único que se podía percibir fuera de los llantos de un rubio, que aunque lo desease no podía pararlos. - ¿C-cómo puedes decirme esto? S-si yo te amo, eres lo único que me importa…- Apenas podía articular aquellas palabras, sentía que se estaba cayendo de a pedazos y con ellos lo poco de esperanza que tenía. –Minnie, d-dime que lo que estás diciendo no es cierto, que es solo una broma, por favor… te lo ruego…- Sollozaba sin parar, seguía sin poder creer que fuese su dulce Minwoo el que estuviera ahí en frente mofándose de su sentir y haciéndolo sentir una rata miserable. Sintió sus piernas flaquear y cayó al piso sin argumentar más nada, limitándose a esperar que esas carcajadas terminasen.

-Ya quisieras que fuera una broma…- Paró de reír bruscamente poniendo un semblante tenebrosamente serio. –Si tu no hubieses aparecido las cosas no estarían mal, pero el único que sobra eres tú, a nadie le haces falta en lo más mínimo. ¿Por qué no solo te dedicas a morir y ya?- Se acercó a paso lento al mayor de los gemelos mientras que sus ojos iban tornándose rojos para luego apresar su cuello entre sus manos prensándolo fuertemente, comenzando a asfixiarlo. –Le haré un favor a este mundo y te desterraré de él.- Lo dijo mientras una sonrisa ladina se curvaba en su rostro y a la vez lo miraba directamente a los ojos llenos de desprecio y frialdad.


   Se despertó de golpe, agitado, asustado, cuando lo notó se encontraba entre sus sabanas, retorciéndose, sudando, y mezclándose con el sudor frío de su rostro pequeñas lagrimas que caían por su mejilla. Solo fue un sueño. Se limpió aquellos rastros húmedos de su cara refregándose los ojos para notar que no era su habitación, recordando en un BANG todo lo que había pasado el día anterior y lo estúpido que había sido.

En la cama de su lado todavía se encontraba durmiendo Hyun Seung, roncando y con la cama hecha un lío, según su criterio le parecía divertido la posición en la que dormía.
Al otro lado se encontraba un azabache que estaba en casi las mismas circunstancias que el anterior, en una posición incómoda, estaba tenso y muy agitado, además de obtener un tono bordó rabioso en sus mejillas al ver algo entre las sabanas que lo sorprendió dejándolo estático sin haberse dado cuenta de quién lo observaba.

El rubio logró escuchar un “click” provenir desde la puerta de la habitación, no pareció darle mucha importancia al hecho de haber dejado quizá la puerta abierta anoche y que alguien la cerrase, probablemente porque tenía mucho sueño. ¿Y cómo no iba a tenerlo si apenas y eran las 5 de la madrugada? No podía estar con todas las luces encendidas a esa hora, si era atolondrado y despistado despierto con sueño era mucho peor.

Aquel rubio solo se dedicó a mirar a su mayor en silencio unos momentos y empezó a debatirse en la mente si debía o no decirle algo, y es que ellos habían estado hablando, pero dejaron la plática a medias gracias al maknae que andaba escuchando lo que no debía. Se decidió incorporándose de la cama y marchó dirigiéndose hacia la del líder captando la atención de este, que da un leve saltito dentro de su confortable cama del susto. – Y-youngmin…- Logró decir para luego rascarse un poco la cabeza con un toque de nerviosismo, no solo en su voz se notaba, sino también en su mirada, y su rostro que se “incendió en llamas” al notar quien era él, para luego desviar la mirada confundiendo un poco al menor, que sin embargo se sentó a la orilla de aquella cama. - ¿Q-qué es lo que sucede?-

-Bueno… verás… y-yo… quería terminar de hablar contigo…sobre lo de ayer- Vio a su mayor suspirar como símbolo de relajación y le dedicó una sonrisa un tanto forzada, lo que él rubio tomó como símbolo de que debía proseguir. –Yo, la verdad me siento muy mal por cómo me comporté, por cómo te trate a ti y a los demás, pero sobre todo por cómo te hice enojar. Lo lamento mucho hyung, lamento también el hecho de que te enteraras tan repentinamente lo que yo sentía… si me hubiese controlado a mí mismo, por mí nunca te habrías enterado. Es decir, hubiera seguido con mí… “odio secreto”. Ya sabes, como lo suelen hacer las mujeres… y… tienes derecho a partirme la cara si gustas.-

-Disculpa aceptada…- Soltó rápidamente en un intento de que el torpe menor dejara las boberías que estaba diciendo. –Youngmin, yo no pienso golpearte ni nada parecido. Nadie elije de quien se va a enamorar, por eso sé que no es tu culpa.- Acerca su mano a él y le acaricia la mejilla mientras con el pulgar, para luego volverle a sonreír pero esta vez naturalmente. –En un punto algo llegué a sospechar de tu extraña actitud todo este tiempo, y la verdad nunca… ni en mis más locos sueños me hubiera imaginado que le querías de esa manera.- Lo mira fijamente a la cara, notando como se le escapa un par de lagrimas al más joven. –Young… Youngmin…- Con la mano con la que le acariciaba, ahora le toma el mentón levantando su rostro para que lo mire. – Escucha, no llores por cosas tan triviales, todo va a estar bien.- Lo jala hacia su pecho abrazándolo y haciéndole fosforito en la cabeza buscando distraerlo.

- ¡Hey!- Con fuerza termina de zafarse del agarre de su hyung, quedando recostado a su lado sin poder evitar fruncir el ceño mientras infla los cachetes, lo que tienta al mayor a reírse por lo estúpidamente tierno que era y agarrarle con ambas manos las mejillas jugando con ellas. – ¡D-deja mi cara en paz!- Sin darse cuenta terminan estando a escasas distancias el uno con el otro mientras se miran a los ojos, dejando al azabache perdido en la mirada inquiera y confusa del rubio que no tenía idea del porqué se comportaba así el mayor.

El líder sacude la cabeza ante lo que llego a su mente en ese instante. Estúpido sueño, eso nunca va a pasar. Le aprieta los cachetes con más fuerza sin haberse percatado de lo que hacía poniéndose un poco serio. –No te creas que vas a tenerlo todo en bandeja de plata, si tu vas a ser mi competencia tendrás que dar mucho de ti.- Le saca la lengua juguetonamente pero cuando termina de hacerlo nota que la mirada de Youngmin se vuelve un tanto afligida.

-Yo ya no soy ninguna competencia de nada, Minwoo me odia, seguramente está detestándome desde lo más profundo de su ser.- Dice dejando un camino de lagrimas, dolorosas y pesadas lagrimas que se vuelven frías al final del camino. –Lo más probable es que ya no vuelva a dirigirme la palabra, no me permitirá rondar a su alrededor, seguramente cree que es mejor que yo desaparezca.-

El mayor le da un pequeño coscacho en la cabeza abrazándolo como anteriormente lo había hecho, haciéndole pequeños masajes en el casco de la cabeza permitiendo que se relaje un poco. –Deja de decir tantas pendejadas, nadie te odia, si yo no te odio él tampoco te va a odiar.- Suspira y acerca su nariz al cabello del más joven jugando con él y embriagándose de su olor. -Si él dice algo como eso ahora es porque… está enojado, pero no es de las cosas que diría estando con la mente fría. Deja que pase el tiempo, se enfríen las cosas, y ya está. Además, recuerda que yo te quiero un montón mi pequeño diablillo, yo jamás podría odiarte-

-Es fácil para ti decirlo, el no te odia, por el contrario… y-y… no soy un diablillo…- Baja su mirada devolviéndole torpemente el abrazo al mayor mientras se pega más a él sintiendo su calor corporal y el leve masaje causándole sueño sin poder escapar, quedando completamente dormido en los brazos de su hyung.

-Pero que te digo que no…- No termina de hablar ya que nota que se quedo dormido y abrazado a él, le sonríe sintiendo como su corazón late más fuerte. Que niño más inconsciente, ¿y así se supone que me vas a quitar a Min?  Sonríe mientras lo aprecia con la mirada y le acomoda los cabellos atrás de sus orejas. Es una lástima que esos sentimientos no fueran para mí, pero si así hubiera sido… ahora mismo no sabría que hacer.


POV Hyun Seung:

Estuve observando con detenimiento cada una de las cosas que sucedían, la verdad me sorprendí un poco al haber visto a “cierta persona” momentos atrás arriba de la cama del líder apenas desperté. Me sentí un tanto pervertido al fingir dormir mientras que en realidad estaba viendo como le besaba el cuello y le tocaba sin pudor alguno algunas partes del cuerpo a Dong Hyun, el cual gemía entre sueños sorprendiéndome el nombre del pequeño alojado en nuestra habitación, hasta que en un momento determinado gimió un poco más alto arqueando un poco su espalda alertando a un castaño, y hacerlo salir de ahí rápidamente. No sin antes observar con detenimiento a Youngmin y a mí por si llegáramos a verlo, cuando se cercioró de que “ambos dormíamos” depositó un beso en los labios de su mayor huyendo de la escena.

Fue demasiado extraño todo ese rato, claro que nunca revelaría esto a nadie, demasiados problemas ya había para agregar uno más a la cuenta. Sin percatarme yo me había intentado acomodar mejor en toda mi actuación, para ser un buen expectante de eso ya que estaba curioso. No pude volverme a poner bien ya que sentí la respiración agitada del pequeño que anteriormente había mencionado, no hice más, solo supe que se levantó de su cama y fue donde Dong el cuál había despertado un momento antes que él.

Demasiadas cosas en un solo rato, sintiéndome un chismoso y un degenerado por estar viéndolo cosas que estaba claro que no debería nunca haber visto. Dong, no hagas ninguna tontería por favor, lo de Youngmin debes dejarlo pasar, sé fuerte por tu novio. Recuerda que puedes destruirlo fácilmente, prometiste dejar atrás cosas innecesarias como estas. Eso pensaba, eso quería decirle cuando terminé de ver que estaba abrazado al mayor de los hermanos.

Como buen amigo y compañero de grupo debía evitar que pudiese el líder cometer la estupidez más grande de todas, y es que no podía estar completamente seguro de si había dejado de amar o no a esa persona que tenía apresada entre sus brazos. Y es que sí, hubo un tiempo donde el líder fue hechizado por los encantos de ese tierno chico que tenía tan cerca. Aun recuerdo aquel día en el que se empezaron a volver un tanto obvios los sentimientos que tenía hacia este.